La medida del Gobierno nacional de bajar a un 0% las retenciones a las exportaciones agropecuarias, con el objetivo de aumentar la oferta de divisas en medio de la tensión cambiaria, generó apoyos y criticas, según miradas de los diferentes sectores que representan al campo.
El decreto publicado el lunes pasado establece una alícuota del derecho de exportación de 0% para las mercaderías de granos y para los subproductos incluidos en el anexo del documento. Esta medida regía hasta el 31 de octubre del año en curso o hasta que se registren Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por un monto total de U$S 7.000 millones.
Precisamente esto último ocurrió primero. Igualmente, el objetivo central del decreto fue incrementar la competitividad del sector y generar un mayor flujo de divisas en momentos de tensión cambiaria.
Respecto de la baja temporal de retenciones, algunos dirigentes indicaron que, antes que nada, cualquier baja de impuesto para el productor es bienvenida. Pero precisaron que el hecho de haberle puesto un plazo y de que las cerealeras hayan liquidado todo sin haberle comprado a los productores -como se vio en estos días-, lamentablemente dejó en evidencia que se trataba de un programa mal diseñado por parte del Gobierno, sea por desconocimiento o, acaso, con algún otro interés, según dijeron.
Retenciones: “Las medidas transitorias no dan previsibilidad al productor para invertir en la próxima cosecha”“Sí quedó claro que esta baja de retenciones era una medida direccionada para satisfacer las necesidades del Gobierno, y no una idea de bajar las retenciones como política para beneficiar al productor”, indicó el presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), Hugo Meloni.
“Apronor viene bregando y seguimos sosteniendo que las retenciones tienen que ser de un 0%. Es un mal impuesto, un impuesto inconstitucional. Se trata de un saqueo que se le viene haciendo a la producción agrícola desde hace más de 20 años. Por eso reclamamos en forma permanente que las retenciones se bajen, y que vayan a cero”, añadió.
Precisó que son conscientes de que el Gobierno tiene impedimentos, a raíz de los números fiscales. “Pero debe ir viendo de qué otra manera ayuda al productor para que crezca la superficie de siembra. No puede ser que en los últimos años la Argentina nada haya crecido; ni en la superficie de producción ni las cantidades de kilos que se han producido. Evidentemente el agro hoy no es buen negocio”, reprochó.
Otras acciones
LA GACETA Rural le consultó qué otra cosa puede hacer el Gobierno nacional para mejorar la competitividad del NOA. “Básicamente una, fundamental: la mejora de la infraestructura de las rutas. Poner en funcionamiento un sistema de transporte más económico que el del camión -por ejemplo, el ferrocarril-, para que el productor pueda desde el norte bajar un poco sus costos de flete, respecto de la situación de la pampa húmeda, donde pagan precios mucho menores a los de acá”, respondió.
La Sociedad Rural de Tucumán celebró que la Nación tenga en carpeta las “retenciones cero”Meloni añadió que las retenciones distorsionan todos los precios relativos de los productos, haciendo que la soja, por ejemplo, sea menos competitiva. “Y aparecen como mejores otros productos, como el maíz, porque paga menores retenciones. Pero el año pasado se sembró menos maíz, debido al tema de la ‘chicharrita’, y más soja, con resultados económicos peores. Y se sembraron cultivos alternativos que superaron la habitual capacidad de producción; y entonces hubo una importante baja de precios, con lo cual tampoco el productor encontró en cultivos alternativos una posibilidad para mejorar su rentabilidad”, explicó.
Norte, sin granos
Finalmente Meloni dijo que en el norte la gran mayoría de los productores ya liquidaron sus tenencias de granos; en consecuencia, esta medida llega extemporánea. “Es una medida para el Gobierno, no para ayudar al productor; ya que solo unos cuantos productores quedaron con algo de granos, con los cuales se podrían haber beneficiado. Pero con lo que se vio, que en tres días se liquidaron los U$S 7.000 millones, evidentemente no fue un negocio apuntado a que el productor pueda captar esa diferencia, sino que aparentemente la habrán captado las cerealeras, nada más”, se lamentó Meloni.